El sabado 19, después de desayunar rico rico (hmmm croissant, hmmmm magdalenas de chocolate...) fuimos a pasear a un parque cercano con Blacky, el perrito de Bee, al que estaba deseando conocer y resultó ser más grande de lo que esperaba. Qué rápido que crecen!

Blacky es supercariñoso y ya nos quería a Steph y a mí al minuto de conocernos. Le encanta jugar y correr por ahi aunque el pobre lo pasaba fatal cada que sonaban petardos, fuegos artificiales o la "mascletá".

Después preparamos una barbacoa en la terraza. Acompañamos la carne con una rica ensalada de gambas.




Por la noche, lo primero que hicimos fue ir a la Playa de la Malvarosa para ver la luna, que ese día se veía más grande de lo normal por su cercanía a la Tierra. Ésto no ocurría desde 1992.


Después volvimos al centro para picar algo en un bar y ver la "cremá", donde se iban quemando todas esas bonitas fallas que tanto trabajo habían costado hacer. Como hay tantas, no las pueden quemar todas a la vez, sino que van quemandolas paulatinamente hasta llegar a la plaza del Ayuntamiento. Los bomberos tienen mucho trabajo esa noche :)

Con la cremá terminan las fiestas falleras y el domingo por mañana la ciudad está limpia como si no hubiese ocurrido nada.
Steph y yo regresamos a Madrid muy contentas con la experiencia y el haberla disfrutado con nuestros amigos de Valencia.
Gracias por todo chicos ;)
de nada!fue todo un placer jeje
ResponderEliminarA ver si lo podemos repetir, no?
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